CUCÚ – EDICIÓN #3
¡Para reír y conversar!
En nuestra tercera edición completamos la historia de LA CALLE ROSADA, que se puede poner junto a la primera parte del número anterior para formar una gran imagen llena de temas de conversación. Nuestro tema ahora son las palabras y queremos enfatizar en que no hay que temer a utilizar palabras nuevas y complejas para hacer crecer el vocabulario de los niños. Se trata de fomentar en ellos la curiosidad de conocer el significado de las palabras y que si no lo sabemos, podemos usar un diccionario o un buscador en línea.
¡Que todo sea motivo de conversación!
La idea es que conversemos mucho con nuestros pequeños. Que escuchen siempre nuestra voz: en canciones de cuna, en estribillos que repetimos en las actividades rutinarias, en el baño, cuando se cambia el pañal, cuando comemos; en conversaciones en donde los involucramos; en preguntas que ya puedan contestar.
Palabras, muchas palabras, millones de palabras
En nuestro tercer afiche para padres y madres, nos basamos en el trabajo de la doctora Dana Suskind, de la fundación THIRTY MILLION WORDS (http://thirtymillionwords.org/) quien es enfática en decir que cada palabra cuenta.
LAS HISTORIAS DE CUCU # 3
Cucú y el espantapájaros
Los juegos de palabras siempre son divertidos. En este caso, el término “espantapájaros” nos muestra cómo una palabra compuesta puede ser transformada para que su significado cambie completamente. El personaje del “espantapájaros” está un poco desacreditado en nuestro medio y no es raro que los niños canten la canción que lo pone como el malo bandido que pone a Pinocho malherido. En nuestro cuento, este espantapájaros es simpático y de ninguna manera es capaz de espantar a los pájaros.
Podemos jugar con las palabras compuestas y cambiar una de las dos palabras para ver qué resulta: un tajalápiz puede volverse rompe-lápiz; un cascanueces también podría ser un casca-almendras; un tapabocas también puede ser tapa-ojos; un pasamontañas puede volverse un sube-montañas y luego un baja-montañas.
¿Cuántas palabras compuestas usamos en nuestra conversación diaria? Aquí algunos ejemplos: rompecabezas, portacomidas, puntapié, pararrayos, automóvil, brincacharcos, ciempiés, limpiabrisas, pasatiempos, quitamanchas, pasamanos, rompevientos, lavaplatos, lavarropas…
¿Cuántas podemos inventarnos? Un tenedor podría llamarse un pincha-comidas; una cuchara podría ser una recoge-sopas; un cuchillo podría ser un corta-papas.
¿Y dónde están todos?
A todos los niños les encanta disfrazarse y a los animales también. Unos están más ocultos que otros, pero es muy fácil detectar qué se han puesto para cambiar de apariencia. Hay antifaces, máscaras y sombreros y las transformaciones de todos los personajes nos dan mucho tema para conversar y divertirnos. ¿Cuál ganará el premio al mejor disfraz?
De izquierda a derecha, hay un mapache disfrazado de fantasma, una tortuga con antifaz de oso, una paloma con máscara de cocodrilo, un oso en bicicleta con antifaz de elefante, un sapo con disfraz de caracol, un conejo blanco disfrazado de pez, y un león joven con disfraz de pulpo. Tal vez hay alguien más dentro de ese disfraz de pulpo. Gran misterio.
No hay nada más divertido que un baúl de máscaras, antifaces, gafas, sombreros, telas de colores, ropa chistosa, etc. Es buena idea crear este cajón de recursos para que las historias se llenen de vida en los mismos niños. Las posibilidades son interminables.
La increíble y formidable historia del zorro que sabía los nombres de todos los animales
Los nombres de los animales a veces son largos y complejos. El profesor Zorro los sabe todos y sus estudiantes deben responder las preguntas acerca de siete animales. Los alumnos son un lobo, un panda, una gallina y un petirrojo. (Otra palabra compuesta, al igual que saltamontes)
Los animales escogidos por el zorro son:
(Hemos agregado el enlace a la página de Wikipedia de cada uno para facilitar su consulta)
Vale la pena señalar cada uno a medida que se leen sus nombres. El zorro hace muchas preguntas y nosotros podemos inventarnos muchas.
Conversar acerca de los animales es una actividad de enorme riqueza intelectual y linguística. Los nombres pueden variar de una región a otra. Por ejemplo, los saltamontes se conocen también como chapulines, charates, langostas o sanagustines.
Dejamos la tarea de recorrer cada animal y buscar temas de conversación alrededor de cada uno. En dónde viven, qué comen, cómo es su piel, si tienen dos o cuatro patas, si vuelan, si ponen huevos…
La calle rosada (segunda parte)
Ilustración: Paola Escobar – Texto: Lorena Salazar.
Se continúa la historia de LA CALLE ROSADA, que iniciamos en el número anterior. La idea es poner las imágenes una al lado de la otra y ver la ilustración en todo su esplendor.
Muchas cosas pasan en esta calle y cada vez que la recorremos con la vista encontramos nuevos detalles que permiten continuar la conversación.